Berlín en enero para novatos

De los que se aventuran a irse derrepente de escapada de dos días, nieve, llueva o lo que caiga en pleno enero. Así fue nuestro viaje fugaz a Berlín, y aunque pecamos de novatos la verdad que la aventura fue un golpe de aire fresco. Los menos tantos grados que nos hicieron, algo tuvieron que ver.

Una ciudad enoooorme y llena de mini ciudades dentro de sí, en la que si tengo que quedarme con algo es con lo impresionante que es la capacidad de reconstrucción tanto física, como cultural que ha tenido en apenas 30 años. Berlín fue destruida en un 80% y creció durante mucho tiempo dividida en dos mitades que doblaban su propuesta de ocio, de edificios gubernamentales y de edificios religiosos.

Mucho que ver y asimilar en dos días, pero todo un reto para los sentidos. Tremendas avenidas imperiales, edificios de arquitectura contemporánea y memoriales que te transmiten tanto sufrimiento como importancia. Si os animáis a hacer una escapada buscar su propuesta musical, hay un montón de eventos gratuitos, la filarmónica de Berlín hace recitales abiertos al público un día a la semana, el cine Kino tiene sesiones de cine mudo con música en directo los sábados de noche y en Mauer Park los domingos por la mañana es cita imprescindible su mercadillo.

Enormes tiendas de segunda mano, que se mezclan de nuevo con las marcas más comerciales. Mucha gente que viste de negro, gorritos de lana por encima de las orejas, moda, moda y moda. Hacía mucho tiempo que no veía tantas propuestas de moda de autor juntas, en pequeños comercios de interiorismos minimalistas super cuidados. Y por supuesto arte urbano, arte contemporáneo, diseño y salchichas.

Lo más bonito fue traerse de vuelta tantas referencias visuales, el recuerdo del sabor de una buena currywurst, la sensación de caminar de noche entre el monumento al memorial de los judíos y el aire fresco que entraba por la impresionante cúpula del Bundestag por un lado. Y por el otro traer en la maleta un cuento precioso The fox and the stars que encontramos en la maravillosa librería Do your read me? , una camisa primaveral de Mauer Park y bretzels en la barriga a tutiplen.

Cómo datos curiosos, me pareció bastante peculiar que casi no había gente por las calles, y mucho menos niños! Sin duda el frío hace mella. Y los cádaveres de árboles de Navidad en cada esquina, imagino que los bajen a la calle para que el camión de la basura los pase a recoger.

Dejamos la tienda en rebajas y así seguirá hasta fin de enero. La ballena más querida está como el resto de sus compis con el 20% y deseando irse a vestir vuestras casas, viene muy bien acompañada de un montón de pececillos y es la más maja!

 

 

2 comentarios de “Berlín en enero para novatos

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