Pesesín y el sexo del bebé

#3díaspreparto

Parece que no querer saber el sexo del bebé hoy en día es un sinvivir de dios cuyo único propósito es torturar a tus seres queridos y amigos, pero NO WAY!

Es una elección muy chula que hace el proceso aún más interesante y motiva para llegar al parto. Ayuda a ir creciendo mientras tu barriga se va convirtiendo en una bola del mundo y tu vas mutando a ballena varada. Y te hace desaprender, que es DIFÍCIL en mayúsculas pero muy gonito.

Además arrastra clichés encastrados en el fondo del subconsciente de los que no teníamos noticias antes y nos libera de sexismos incoherentes. Es una lección que te das a tí mismo, antes de que el mundo haga de las suyas. A nosotros nos ha ayudado a tomar perspectiva sobre como queremos que crezca Pesesín y a horrorizarnos de lo mal que tenemos programado el cerebro.

 

Realmente el sexo no nos debería importar una merder. En la barriga, fuera de ella y en la vida, que ya bastante es como para segregarnos así. Que somos seres inteligentes, coñé! Pero como la realidad es demoledora, aquí algunas de los comentarios más repetidos:

nirosaniazul

 

Sí, en 2018.

No, de millenials.

Sí, salen del fondo del cerebro.

Muy chocante todo.

Podría tratarse de una performance.

 

Lo más chocante sin duda han sido la cantidad de gente que no se creía que de verdad no lo sabíamos, ni lo queríamos saber.  Mucho se habla de todo lo que en la maternidad toca escuchar y este ha sido un buen testeo. Nos faltan diez mil leguas de viaje submarino para digievolucionar como sociedad. Larga vida al género neutro y a los bebés, bebés.

rosayazul

 

 

 

 

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